El 7 de noviembre de 1913 nacía Albert Camus, a los 100 años de su nacimiento el Club de Lectura comienza su andadura con la primera novela del autor y una de sus obras más conocidas y leídas: El extranjero y lo complementamos con la obra teatral Calígula.
En noviembre en sesión abierta y gratuita realizaremos una lectura dramatizada de Calígula, pero para «abrir boca», el sábado 19 de octubre en el Teatro Municipal contaremos con la representación de la obra a cargo de la Compañía Cosmoarte.
Reseñas en LibraryThing.
Si quieres saber más sobre estas lecturas, abre este enlace.
Club de Lectura 
Cuando esta tarde comencé a releer El Extranjero después de casi 25 años, me preguntaba si significaría esta novela para mí lo mismo, que en aquel momento de mi vida, Vargas Llosa en el prólogo me despejó la duda,»… las novelas que sobreviven cambian de piel y de ser, esas novelas dicen a las nuevas generaciones cosas distintas a las que dijeron a los lectores al aparecer, y , a veces, cosas que jamás pensó comunicar a través de ella su autor. A los lectores de hoy, sobre todo a los de esta Europa tanto más próspera, confiada y hedonista que aquella, miedosa, atolondrada y cataclísmica, en la que El Extranjero vio la luz», definitivamente su lectura actual no va a tener el mismo significado para mi.
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Leí hace cuando era joven este libro y me impresionó mucho. Yo era en ese entonces una persona que empezaba a descubrir el amor por la vida y por hacer muchas cosas: viajar, enamorarme, tener una buena profesión, cmabiar el mundo, luchar por mis ideales….muchas cosa de un chico joven. Por eso recuerdo que me marco enormemente el hecho de que Mersault no se conmoviera ante la muerte de su madre. Incluso ahora, antes de releer el libro pensaba que se trataba de una madre y un hijo fuera de su país. Ya que lo he leído otra vez me doy cuenta que no era así. Es una genialidad de Camus empezar con un hecho que da tanto significado a la vida humana como la muerte de un ser querido, para mostrar que el protagonista ha perdido totalmente una de las características más importante de los seres humanos: la emoción de los acontecimientos. Sentir emociones es fundamental para continuar en la lucha cotidiana y para que esa cotidianidad no atrape al individuo y lo vuelva indiferente como le acontece a Meursault. Sus dos únicos momentos de emoción «a flor de piel» es cuando mata al árabe con la pistola y cuando toma por el cuello al capellán que trata de convencerlo de lo necesario que es el consuelo de Dios. En esos dos momentos del libro Meursault «vuelve a vivir» y se transforma en un ser humano y deja de ser un automáta. Quizá no son dos emociones «bonitas» pero lo son y creo que esta es otra de las razones que hacen de este libro un clásico y de una belleza literaria inmensa.
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Ayer en el Teatro de Tres Cantos, Calígula, excelente interpretación, texto excepcional , intenso, sin dar tregua a la esperanza y asombrosamente actual.
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Leí Calígula en primer lugar, para poder enriquecer más el texto con la obra de teatro que ayer tan estupendamente se representó en el teatro de Tres Cantos.
Si bien al realizar la lectura de la obra, te imaginas cómo son los personajes, sus expresiones, incluso el ambiente y el propio escenario, tener el privilegio de poder verlo en vivo y en directo, con la magistral actuación de Javier Collado (sí, el «detective» Héctor de «Amar es para siempre»), que nos lleva a contemplar este Calígula sádico, demencial, caprichoso e incluso grotesco a ratos, ha sido magnífico.
La obra es sumamente fiel al texto. Incluso aprecias algunas cosas que se pueden llegar a pasar al leerlo. Helicón y Cesonia también soberbios. Excelente, en suma, la adaptación de Joaquín Vida.
Qué actual es el pensamiento que circula en toda la obra: políticos/patricios que se creen dueños del pueblo, el pueblo consumido en «el recorte» y aniquilado por el poder (Calígula).
Para el próximo día en el Club: pero y…, ¿después?, ¿cómo podría «continuar» esta obra?. El final es muy bueno, sí, pero, ¿qué va a suceder cuando el tirano sucumbe a su locura…?.
Ah, siempre valiosa tu aportación, estimado Ulises…No he terminado «El extranjero», pero esa falta de moralidad, de sentimientos, todo el absurdo que nos lleva a contemplar Camus con su obra, impresiona y no deja indiferente.
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Yo estoy inscrito en el club por la tarde ¿vale? Entonces….¿cuál es el orden de las lecturas? El próximo mes van a comentar el libro del extranjero ¿no? Y después viene «Rayuela» de Julio Cortázar….no me confundáis con la lectura de Antonio Molina….quiero seguir aún a la distancia….(me acordé de un bolero y os lo canto: «…con vosotros a la distancia queridos míos estoy….») siguiendo con la música y el jazz magnífico para escuchar, os recomiendo el disco de John Coltrane «My favorite things» está en la biblioteca….fue de los últimos discos que escuche en Madrid y me trae bellos recuerdos….¡un saludo!
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Hola Ulises, se han elegido las mismas lecturas para el turno de mañana y para el de tarde, pero el orden es distinto. Todos los participantes a los dos turnos del Club también reciben y aportan información del blog, por lo tanto vamos a ir intercalando información de uno y otro libro.
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Hola Ulises, te felicito por el estupendo comentario que has escrito en el blog sobre el Extranjero. Soy nueva en el club de lectura y no he tenido la suerte de conocerte, me alegro haberlo hecho a través del blog. He terminado de releer la novela de Camus y me ha impresionado el mensaje que hoy me ha trasmitido, un mensaje de optimismo. «La indiferencia de Meursault es casi siempre la única coraza útil del sufrimiento humano y la única forma cierta de optimismo. Sólo es posible la vida gracias a la muerte. El optimismo de Camus surge de la desesperación de los personajes»
Creo que esta interpretación de el Extranjero se puede extrapolar a toda su obra, y es una de las razones por la que no envejece y sobrevive convirtiéndose en un clásico, como bien dices en tu comentario.
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La cita es del artículo, ALBERT CAMUS: La Vitalidad del Pesimismo, de Pablo Chiquero
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